Pues el
Supremo de California ha ratificado la
legalidad de los matrimonios entre dos personas cualesquiera, y es que, aunque algunos les duela y les incomode, cada uno hace lo que quiere con su vida.
En
España estamos esperando al
Constitucional ratifique lo mismo, porque ciertos jueces y juezas se creen mejores que el resto y que con su inmesa sabiduría son capaces de decidir si una persona ama a otra o no.
Y mientras, el
PP se quedó en la superficie, diciendo -publicamente- que solo le molestaba el nombre... aúnque en privado les sigue resonando los dientes cuando ve a dos mujeres o dos hombres besandose y a alguien no entrar en una
Iglesia en domingo... pero de la Iglesia ya hablaremos mañana.
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